Tratamiento inicial en un paciente con una quemadura química ocular
Autora principal: Patricia Royo Tolosana
Vol. XVI; nº 6; 282
Ocular initial treatment in a patient with a chemical eye burn
Fecha de recepción: 02/02/2021
Fecha de aceptación: 16/03/2021
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 6 – Segunda quincena de Marzo de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 6; 282
Autores:
- Patricia Royo Tolosana. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza (España).
- María Plumed Tejero. Diplomada en Enfermería. Especialista en Enfermería Familiar y Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica. Enfermera en Centro de Salud Almozara, Zaragoza (España).
- Raquel de Jorge Martínez Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza (España).
- Ester Boira Muñoz. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza (España).
- Jana Rivas Cantín. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza (España).
- José Miguel García Bruñén. Licenciado en Medicina. Especialista en Medicina Interna. F.E.A. en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza (España).
- David Parra Olivar. Graduado en Enfermería. Enfermero en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza (España).
RESUMEN
- Introducción: Una quemadura es un tipo específico de lesión en los tejidos blandos del cuerpo, como consecuencia de la acción de agentes físicos, térmicos o químicos que ocasionan la destrucción celular de la piel y/o anejos. Las quemaduras son un problema a nivel mundial por su mortalidad y su morbilidad. Las quemaduras por sustancias químicas, producen en el organismo, desde simples inflamaciones titulares hasta lesiones tan graves que producen la muerte.
- Objetivo principal: describir las características, etiología, sintomatología y tratamiento de una quemadura química
- Metodología: Se ha realizado una revisión bibliográfica en Revistas Especializadas. También se han visitado sitios web y bases de datos.
- Resultados: El manejo inicial de una quemadura química es muy importante para evitar consecuencias En una quemadura en la cara, hay que prestar mucha atención a los ojos y valorar los posibles daños. Estas quemaduras constituyen entre un 7,7% a 18% del trauma ocular. Las lesiones químicas que afectan al ojo constituyen una urgencia donde el tratamiento debe instaurarse de inmediato para prevenir la pérdida visual. Entre los químicos que las ocasionan, es muy común el hidróxido de sodio, un severo irritante de los ojos, las mucosas y la piel, corrosivo y altamente alcalino, muy utilizado en la limpieza del hogar. De los ojos que sufren una lesión por álcali severa, sólo aproximadamente el 50% presentará algún grado de mejoría visual con el tratamiento.
- Conclusiones: Los cuidados a realizar siempre deben individualizarse a cada paciente, siempre con la valoración más precoz de un oftalmólogo. Es muy importante adquirir los conocimientos básicos en la atención inmediata sobre quemaduras, para evitar graves complicaciones. Sería ideal sería una educación hacia la comunidad orientada a no utilizar estos productos tan peligrosos en el hogar, y sustituirlos por otros que puedan ocasionar menos problemas.
PALABRAS CLAVE: quemaduras químicas, quemadura química ocular, hidróxido de sodio.
ABSTRACT
- Introduction: A burn is a specific type of injury in the soft tissues of the body. It happens as a consequence of the action of physical, thermal or chemical agents that cause cellular destruction of the skin and/or Burns are a worldwide problem due to their mortality and morbidity. Chemical burns produce in the body, from simple head inflammations to injuries that they can be severe enough to cause death.
- Main objective: describe the characteristics, etiology, symptoms and treatment of a chemical eye
- Methodology: A bibliographic review has been carried out in Specialized Websites and databases have also been visited.
- Results: The initial management of a chemical burn is very important to avoid serious consequences. You have to pay close attention to the eyes and assess possible damages in a burn on the face. These burns constitute between 7.7% and 18% of ocular trauma. Chemical injuries affecting the eye are an emergency in which treatment must be administered immediately to prevent visual loss. Among the chemicals that cause them, sodium hydroxide is very common. It is a severe irritant to the eyes, mucous and skin; corrosive and highly alkaline. It is widely used in household cleaning. Only about 50%, of the eyes affected by severe alkali injury, will show some degree of visual improvement with treatment.
- Conclusions: care to be carried out must be always individualized to each patient, and always with the earliest evaluation of an ophthalmologist. To avoid serious complications, it is very important to acquire the basic knowledge in immediate care for burns. Ideally, an education oriented to society focused on not to use these very dangerous products at home, and to replace them with others that may cause less
KEYWORDS: chemical burns, chemical eye burn, sodium hydroxide.
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) https:// cioms.ch/publications/product/pautas-eticas-internacionales-para-la-investigacion-relacionada-con-la-salud- con-seres-humanos/
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
Una quemadura es un tipo específico de lesión en los tejidos blandos del cuerpo, como consecuencia de la acción de agentes físicos, térmicos o químicos que ocasionan la destrucción celular de la piel, anexos e incluso de los tendones y músculos. (1,2)
Las escaldaduras por líquidos calientes y vapor, los incendios en edificios y los líquidos y gases inflamables son las causas más comunes de las quemaduras. (2)
Las quemaduras son un problema a nivel mundial tanto por su mortalidad como por su morbilidad. Generalmente siempre se constata descuido por parte de los adultos, al no tomar las medidas necesarias para prevenirlas.
Las quemaduras son una causa importante de muerte accidental en los niños.
Se estima que por cada 100.000 habitantes, alrededor de 300 personas sufren cada año quemaduras que requieren atención sanitaria. Tan sólo un 5% precisan cuidados hospitalarios, motivo que pone de manifiesto la efectividad de lo cuidados que se prestan en atención primaria.(3)
Un 30 a 40 % de ellos tienen menos de 15 años de edad. Las escaldaduras constituyen el 85% de todas las lesiones por quemaduras y son más prevalentes en los niños menores de 4 años. Las quemaduras por acción directa del fuego dan cuenta del 13% del total, y las eléctricas y químicas dan cuenta del resto. (4)
En países de nuestro entorno se estiman alrededor de 300 pacientes quemados por 100.000 habitantes y año.
La hospitalización secundaria a quemaduras se estima en 14 casos por cada 100.000 habitantes, y sólo una pequeña parte de ellos requieren cuidados intensivos.
La supervivencia llega hasta el 50% en los pacientes con SCQ de hasta un 80%, pero sin afectación de la vía aérea. (5)
En Estados Unidos hay anualmente unos 2 millones de personas que necesitan asistencia médica a causa de las quemaduras, y 100.000 de estos pacientes exigen hospitalización. (4)
Aunque solo el 3% de todas las quemaduras se debe a exposiciones químicas, aproximadamente el 30% de las muertes por quemaduras se deben a este tipo de lesiones. (6)
En el diagnóstico de una quemadura hay que tener presente la profundidad, la extensión, la localización y el agente causal. Su clasificación es fundamental para evaluar la gravedad, instaurar el tratamiento y establecer un pronóstico.
Existen diferentes tipos según el agente que lo causa:
- Solares
- Por contacto accidental con líquidos a temperaturas elevadas Por vapores y gases
- Por sustancias químicas
- Por electricidad
- Por fuego directo (1)
Según su profundidad, se clasifican en 3 tipos, cuyas características se desarrollan en ANEXO 1.
- Quemaduras de primer grado, epidérmicas o eritema.
- Quemaduras de segundo grado.
- Segundo grado superficial o dérmicas superficiales
- Segundo grado profundo o dérmicas profundas
- Quemaduras de tercer grado, subdérmicas o de espesor total (1).
Según la extensión, calculada a través de diferentes tipos de escalas (ANEXO 2), se clasifican en:
- Menores:
Quemadura de 2º grado, menor del 15% SCQ en adultos o menor del 10% en niños. Quemadura de 3º grado menor del 2% SCQ sin afectar a zonas especiales (ojos, cara, pies, periné, articulaciones).
Quemadura de 3º grado menor del 2% SCQ sin afectar a zonas especiales (ojos, cara, pies, periné, articulaciones).
Excluye lesiones eléctricas, por inhalación, traumatismos concurrentes y pacientes de riesgo.
- Quemadura moderada no complicada:
Quemadura de 2º grado de 15 a 25% SCQ en adultos o 10 a 20% en niños. Quemadura de 3º grado menor del 10% SCQ que no afecten a zonas especiales.
Excluye lesiones eléctricas, por inhalación, traumatismos concurrentes y pacientes de riesgo.
- Quemadura grave:
Quemadura de 2º grado mayores del 25% SCQ en adultos o 20% en niños. Quemaduras de 3º grado mayores o igual al 10% SCQ.
Quemaduras en zonas especiales.
Quemaduras eléctricas, químicas, inhaladas, con traumatismos, en embarazadas, en personas de riesgo (diabetes, enfermedad pulmonar o cardiovascular, inmunodeprimidos, cáncer…).
La mayoría de las quemaduras se producen habitualmente de forma accidental. En la vida diaria doméstica y laboral, el hombre está permanentemente expuesto al contacto con productos tóxicos, irritantes, corrosivos, inflamables y cancerígenos. (6)
Las quemaduras pueden causar hinchazón, ampollas, cicatrices y, en los casos más severos, shock e incluso la muerte. También pueden conducir a infecciones porque dañan la barrera protectora de la piel. El tratamiento de las quemaduras depende de la causa, qué tan profunda es y qué grande es el área del cuerpo afectada. (2)
Las quemaduras por sustancias químicas, producen en el organismo, lesiones de grado variable, desde simples inflamaciones titulares hasta lesiones tan graves que producen la muerte. (6)
La mayoría de las quemaduras químicas son poco extensas pero profundas. La intensidad de una quemadura química va a depender de:
- Concentración del agente químico.
- Cantidad de producto que provoca la quemadura.
- Tiempo de exposición o contacto con la
- Penetración
- Mecanismo de acción o toxicidad del agente químico.
Los principales tipos de agentes químicos son:
- Ácidos (SO4H2, ClH, ácido fluorhídrico, tricloroacético): Los ácidos con un pH menor de 2
causan necrosis por coagulación al contacto con la piel. Las quemaduras por ácidos son más frecuentes y menos graves que las quemaduras por bases.
- Bases (hidróxido de sodio, cal o hidróxido cálcico, amoniaco (NH4), cemento): pueden variar el pH desde 7 hasta 14. Aquellas con pH superior a 11,5 producen daño grave al causar necrosis por licuefacción.
- Soluciones orgánicas: actúan disolviendo la membrana lipídica de las células y alterando la estructura proteica celular.
- Soluciones inorgánicas: dañan la piel por contacto directo y formación de También producen exotermia, lo que contribuye al daño tisular. (7)
El hidróxido de sodio, también conocido como sosa cáustica o soda cáustica, es un severo irritante de los ojos, las mucosas y la piel. Su uso es muy habitual en los hogares como producto de limpieza, por lo que debe prestarse especial cuidado en su manejo y conocer sus peligros.
Dicha sustancia tiene un pH alrededor de 14. La exposición en forma de polvo irrita el tracto respiratorio y puede causar úlceras de la mucosa. (8)
La gravedad de los síntomas depende de la concentración de la soda cáustica: las soluciones entre 25 y 50% causan sensación de irritación y quemadura en alrededor de tres minutos. La variación del daño oscila entre las lesiones eritematosas con formación de vesículas hasta úlceras penetrantes, pudiendo estar localizadas en forma de gotas por salpicadura, o cubrir amplias superficies corporales. La necrosis por
coagulación y la saponificación, con escara blanda, es muy dolorosa y de profundidad mayor que la producida por los ácidos. (8)
OBJETIVOS:
- PRINCIPAL: describir las características, etiología, sintomatología y tratamiento de una quemadura química
- ESPECÍFICOS:
- Destacar los aspectos a tener en cuenta para la correcta manipulación de la quemadura química para evitar la infección.
- Analizar los principales cuidados que se deben realizar en las quemaduras químicas oculares.
METODOLOGÍA
Se ha realizado una revisión bibliográfica en Revistas Especializadas como Offarm, farmacia profesional, Trauma, Ophthalmology y Revistas Electrónicas UACh (Universidad Austral de Chile).
Se han visitado sitios web como Slideshare, Xunta de Galicia, LugoForma, Universidad de Málaga y Universidad Complutense de Madrid, y bases de datos como Elsevier, Medigraphic, Medline, Pubmed y SciELO.
Las webs se han visitado a través de Google, donde he seleccionado los sitios webs más adecuados, los cuales ya conocía. Se han encontrado 67.500 resultados resultados, de los cuales he elegido 8 opciones.
También se ha utilizado el descriptor “Quemadura química” y “Quemadura química ocular” en Google académico, obteniendo 21.200 resultados y 12.200 resultados, de los cuales he utilizado 5 de ellos.
Los criterios de inclusión han sido artículos en español (salvo uno que ha sido en inglés que contiene información relevante para mi trabajo), y los publicados antes de 10 años. Se han seleccionado algunos artículos de más de 10 años debido a que tienen información relevante para el desarrollo de mi trabajo.
Han sido seleccionados los artículos de forma completa, excluyendo los que sólo aparecía un pequeño resumen, salvo un artículo.
RESULTADOS
El manejo inicial de una quemadura química es muy importante para evitar consecuencias de gravedad. De forma general, dicho manejo, es igual que en cualquier traumatismo térmico, considerando:
- Irrigación con abundante agua o suero fisiológico de forma inmediata y de al menos 30 minutos, así reducir la gravedad de la quemadura.
- Identificar el agente causal y el tiempo de exposición para elegir el tratamiento adecuado (como por ejemplo en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, servicio telefónico de emergencias 24 horas).
- Evitar el uso de agentes neutralizantes, son difíciles de conseguir y puede agravar la lesión al producirse reacciones químicas generadoras de calor con algunos agentes químicos.
- En sospecha de afectación del tracto respiratorio, se debe tratar como una lesión por inhalación: proteger la vía aérea, oxigenoterapia y, si precisa, incubación orotraqueal y ventilación mecánica con presión positiva al final de la expiración.
- En caso de ingestión del producto y siempre que la persona no presente convulsiones, vía aérea difícil o disminución del estado de conciencia, se debe suministrar a la persona un vaso de leche o agua, y nunca provocar el vómito.
- En el caso de quemaduras cutáneas, se deben realizar curas con antimicrobianos tópicos (sulfadiazina argéntica), desbridamentos iniciales y cobertura cutánea en tejidos no (11)
- En el caso de quemaduras más extensas y graves, se tendrá en cuenta: Evitar la hipotermia que puede ocasionar la irrigación continua.
Realizar gasometría arterial y análisis de electrolitos de forma periódica, para asegurar la estabilidad metabólica, ya que la alteración del ph es la mayor complicación sistémica.
Las quemaduras químicas afectan con mayor frecuencia el grupo de edad entre 20 y 40 años, con mayor riesgo para el sexo masculino. El 61% ocurre como accidentes industriales y el 37% en el hogar. (11)
En una quemadura ocasionada en la cara, hay que prestar también mucha atención a los ojos y valorar los posibles daños. Estas quemaduras constituyen entre un 7,7% a 18% del trauma ocular. Las lesiones químicas que afectan al ojo constituyen una urgencia donde el tratamiento debe instaurarse de inmediato para prevenir la pérdida visual. Entre los químicos que las ocasionan, es muy común el hidróxido de sodio (soda cáustica o sosa cáustica), un severo irritante de los ojos, las mucosas y la piel, corrosivo y altamente alcalino, muy utilizado en la limpieza del hogar. (8,12)
De los ojos que sufren una lesión por álcali severa, sólo aproximadamente el 50% presentará algún grado de mejoría visual con el tratamiento. El daño es directamente proporcional al tiempo que transcurre entre la exposición hasta la correcta irrigación ocular y depende del pH de la sustancia química. (11)
Las exposiciones breves a soluciones de ácidos con un pH mayor de 2 no producen lesión del epitelio de la córnea.
El contacto con los ojos puede causar desintegración del epitelio conjuntival y de la córnea, opacidad corneal, edema, ulceración, hemorragia, dolor, epífora, fotocopia, uveitis, glaucoma, adherencias, entropión, queratitis, perforación e incluso necrosis, Todo ello es agravado por el frotamiento que realiza el paciente tras el contacto ocular. (8)
Después de 7 a 13 días del contacto es posible constatar la recuperación gradual o la progresión a ulceración y opacidad de la córnea, dependiendo de la extensión. (8)
- Inicialmente se debe realizar un lavado continuo con abundante agua corriente o suero fisiológico (preferiblemente estéril) para la eliminación del corrosivo, en un ambiente poco La neutralización de los ácidos se inicia a partir de los 10 minutos de iniciado el lavado, por lo cual es necesario mantener el lavado continuo al menos 30 minutos, prolongándolo hasta 1 hora si es necesario y hasta que el paciente tenga sensación de alivio, reducción del ardor, prurito o dolor. (8,12)
- Retraer los párpados para que el fondo de saco conjuntival se lave bien y así eliminar partículas que pudieran haberse alojado en los fondos de saco conjuntivales, además de solicitar al paciente que mueva continuamente sus ojos en todas las direcciones. El espasmo palpebral producido por el dolor y la inflamación palpebral impide realizar de forma adecuada el lavado, por lo que es importante la administración de un anestésico local que facilite la técnica de lavado (proparacaína 1 o 2 gotas o lidocaína 2%, cada 20 minutos). Si no es posible, se usarán separadores palpebrales. (8,11,12)
- Tras finalizar el lavado debe controlarse el pH de la conjuntiva cada 30 minutos en las dos horas siguientes, mediante el uso de papel tornasol para confirmar la conservación de un pH neutro; en caso contrario, debe continuarse el lavado. (8)
- Los ojos con quemaduras por álcali no se cubren posteriormente al lavado (11)
- Administrar analgésicos para calmar el (8,11,12)
- Es recomendable la hospitalización del paciente para control y cuidados de la quemadura ocular por un oftalmólogo si presenta quemaduras por álcalis bilateral, quemaduras unilaterales con isquemia de limbo significativa o sospecha de un pobre cumplimiento de la terapéutica ambulatoria. (8,11)
- Uso de ciclopléjicos midriáticos (atropina 1% cada 12 horas), para prevenir el desarrollo de sinequias y espasmo ciliar. (8)
- Uso de antibióticos tópicos (trimetoprim sulfometoxazol, tobramicina o ciprofloxacino) previenen la sobreinfección y las úlceras.
- Uso de corticoides tópicos para reducir la inflamación, acortar la cicatrización y el estado de visión final en las lesiones de segundo y tercer grado. Se deben suspender al cabo de 7-10 días y sustituir por antiinflamatorios no esteroides. (8,12)
- Se debe de monitorizar de la presión intraocular y de estar elevada; se debe tratar con inhibidores de la anhidrasa carbónica sistémicos. (12)
- Control de los ojos a las 24 horas para evaluar la profundidad de la lesión de la cornea. (8) Otros tipos de tratamientos:
- Fluidos biológicos: suero autólogo, suero sanguíneo del cordón umbilical, el plasma rico en plaquetas o suspensión de membrana amniótica. Son una rica fuente de factores de crecimiento y promueven la curación usados como complementos de la terapia convencional. (13)
- Tratamiento quirúrgico: desbridamiento del tejido necrótico, aplicación de adhesivos tisulares, tenoplastia o queratoplastia tectónica. (13)
- Trasplante de células madre limbales e injerto de membrana amniótica, se usan cada vez más como complemento del tratamiento convencional. (12,13)
- Cirugía tardía: división de bandas conjuntivales y simbléfaron, injertos de membrana conjuntival o mucosa, corrección de deformidades palpebrales, queratoplastía y querotoprótesis. (12)
CONCLUSIONES
Esta revisión bibliográfica trata sobre los cuidados inmediatos que se deben realizar en una quemadura química, especialmente en la producida en los ojos por sosa cáustica, donde la atención integral es decisiva para cumplir los objetivos propuestos.
Se han destacado los aspectos a tener en cuenta para una atención inmediata y correcta en dicho accidente. Los cuidados a realizar siempre deben individualizarse a cada paciente, siempre con la valoración más precoz de un oftalmólogo.
Es muy importante adquirir los conocimientos básicos en la atención inmediata sobre quemaduras, para evitar graves complicaciones, ya que es un producto que puede usarse de forma habitual en el hogar y se debe estar preparado para ello.
Como propósito, lo ideal sería una educación hacia la comunidad orientada a no utilizar estos productos tan peligrosos en el hogar, y sustituirlos por otros que puedan ocasionar menos problemas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- González Bosquet L. Las quemaduras y su tratamiento. Offarm. Octubre 2003; vol. 22 (9): páginas 62-68.
- NIH: Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales. Quemaduras [Internet] MedlinePlus; página actualizada 30 septiembre 2020. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/burns.html
- Villanueva Torres, Beatriz. Asistencia de enfermería de los pacientes con quemaduras [Resumen]. Universidad de Málaga: 26 junio Disponible en: https://riuma.uma.es/xmlui/handle/10630/7733
- Viñas Díaz JA, Rodríguez JJ, González Rodríguez Epidemiología de las lesiones por quemaduras. Rev Ciencias Médicas – SciELo [Internet] octubre-diciembre 2009; vol. 13 (4). Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php? script=sci_arttext&pid=S1561-31942009000400006
- Curiel Balsera E, Prieto Palomino MA, Fernández Jiménez S, Fernández Ortega JF, Mora Ordoñez J, Delgado Amaya Epidemiología, manejo inicial y análisis de morbimortalidad del gran quemado. Med. Intensiva – SciELo [Internet] noviembre 2006; vol. 30 (8). Disponible en: http://scielo.isciii.es/ scielo.php? script=sci_arttext&pid=S0210-56912006000800001
- Universidad Nacional de Quemaduras químicas [Internet]. Slideshare: Abarca Y, Acurio Y, Aguay J, Andino M, Aucapiña I, Baldeon T, et al; 10 enero 2015. Disponible en: https:// es.slideshare.net/ivonneaucapina/quemaduras-quimicas- 48309708
- Quemaduras Químicas [Internet]. Universidad Complutense de Disponible en: https:// www.ucm.es/data/cont/docs/420-2014-02-07-QUEMADURAS- QUIMICAS-8Enero-2013.pdf
- Osvaldo Iribarren B, Claudio González G. Quemaduras por agentes químicos. Revistas Uach. 2001; 15: páginas 61-69.
- Azcona Barbed Quemaduras. Rev Farmacia profesional. Octubre 2004; vol. 18 (9): páginas 63-67.
- Xunta de Galicia, Consellería de Sanidad, Servicio Gallego de Salud, Dirección General de Asistencia Sanitaria. Colección de Guías Prácticas de Heridas del Servicio Gallego de Salud. Guía práctica de lesiones por quemadura. Guía no 5 [Internet]. Programa Úlceras Forá:: 2016. Disponible en: https:// sergas.gal/Informacion/Según-a- extensión-class-queimaduras?idioma=es
- Lima Gómez Manejo inicial de las quemaduras oculares. Rev Trauma. Enero-abril 2002; vol. 5 (1): páginas 20-23.
- González Solís J. Manejo de quemaduras oculares por álcalis y ácidos. Revista médica de Costa Rica y Centroamérica. 2010; LXVII (595): 515-517.
- Namrata Sharma, Manpreet Kaur, Tushar Agarwal, Virender S Sangwan, Rasik B Treatment of acute ocular chemical burns. Ophthalmology. marzo-abril 2018; vol. 63 (2): páginas 214-235.
ANEXOS
ANEXO 1. CLASIFICACIÓN DE QUEMADURAS SEGÚN SU PROFUNDIDAD (1,2,3,9)
- Quemaduras de primer grado, epidérmicas o eritema:
Dañan solamente la capa externa de la piel.
El ejemplo más conocido de este tipo de quemaduras es la típica quemadura solar, en la que se produce una congestión superficial de los vasos sanguíneos, hinchazón, sensación
de calor y dolor variable, así como un enrojecimiento de la piel y, a continuación, su descamación. Suele curarse espontáneamente al cabo de 4 días sin dejar cicatriz.
Es el tipo de quemadura de pronóstico menos grave.
- Quemaduras de segundo grado:
Dañan la capa externa (epidermis) y la que se encuentra por debajo de ella (dermis).
Se produce un edema de los tejidos superficiales debido a una trasudación de suero desde los capilares sanguíneos. Esta acumulación de líquidos bajo las capas externas de la piel
origina la formación de vesículas y ampollas en ella. Produce hinchazón y dolor muy intenso.
Su cicatrización es lenta y puede producirse también una pérdida permanente de los anexos de la piel como los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas.
Se divide a su vez en dos tipos:
- Segundo grado superficial o dérmicas superficiales
- Segundo grado profundo o dérmicas profundas
- Quemaduras de tercer grado, subdérmicas o de espesor total:
Dañan o destruyen la capa más profunda de la piel y los tejidos que se encuentran debajo de ella. Se trata de una quemadura de pronóstico grave, ya que en este caso se produce una pérdida de tejidos en todo el espesor de la piel (así como todos sus anexos cutáneos), comprometiendo su sensibilidad.
También afecta al tejido adiposo, nervios, músculos e incluso huesos, por lo que no se dispone de tejido epitelial para la regeneración de la piel. Por ello, cuando se produce esta quemadura se origina una ulceración, una escara seca, blanquecina o negruzca (es frecuente observar áreas carbonizadas, de color negro o deshidratadas, de aspecto blanquecino). Puede acompañarse de un dolor intenso alrededor de la quemadura o su ausencia si se ha producido un gran daño en el tejido nervioso de la zona.
Acaba dejando secuelas y cicatrices visibles con partes atróficas, hipertróficas o queloideas.
La gravedad de este tipo de quemaduras es variable, en función de la extensión o superficie afectada, de su profundidad y, por supuesto, de su localización.
ANEXO 2. ESCALAS USADAS PARA EL CÁLCULO DE EXTENSIÓN DE QUEMADURAS (9,10)
Se considera que una quemadura tiene repercusiones importantes si afecta a un 10% de la superficie corporal de un niño o a más del 15% del organismo de un adulto.
En personas en las que el área quemada supere del 15 al 30% del organismo puede producirse un shock hipovolémico, debido a la elevada pérdida de agua.
La extensión es lo primero a considerar en la valoración de la gravedad de una quemadura.
- Regla de los 9: usada tradicionalmente. Consiste en dividir la superficie del cuerpo en áreas equivalentes al 9% de la superficie corporal total quemada (SCTQ) o por múltiplos de 9. Este cálculo no es aplicable en niños.
- Regla del 1 (regla de la palma de la mano): es un instrumento de valoración rápida para calcular el % de Se toma como referencia a palma de la mano del paciente (dedos juntos y extendidos), la superficie que se puede cubrir de esta manera es el 1% de SCTQ del paciente. Es útil para superficies pequeñas y como herramienta complementaria de la regla de Wallace.
- Tabla de Land & Browder: en los niños van variando las proporciones del % de SCTQ de sus distintas zonas anatómicas durante su crecimiento, siendo la cabeza mucho mayor y los miembros mucho más pequeños.