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Tratamientos alternativos para la neuralgia Post herpética

Tratamientos alternativos para la neuralgia Post herpética

Autor principal: José Pablo Baizán Orias

Vol. XX; nº 06; 229

Alternative treatments for postherpetic neuralgia

Fecha de recepción: 09/02/2025

Fecha de aceptación: 20/03/2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 06 Segunda quincena de Marzo de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 06; 229

Autores:

José Pablo Baizán Orias

Autor independiente

Taylor Steve Cruz Carmona

Autor independiente

Tiffany María Retana Chavarro

Autor independiente

Kimberly Priscilla Solano Brenes

Autor independiente

RESUMEN

El presente artículo tiene como objetivo analizar los tratamientos alternativos de la neuralgias postherpética (NPH), así como su efectividad, mecanismos de acción y lugar en el tratamiento del dolor neuropático crónico. A través de una revisión narrativa, se consultaron diferentes bases de datos como PubMed, Cochrane Library y ScienceDirect, usando los descriptores: “neuralgia postherpética”, “tratamientos alternativos” y “no farmacológicos”. La búsqueda se centró en la literatura 2014-2024 y se incluyeron las publicaciones que trataban sobre la acupuntura, los TENS, los suplementos nutricionales (vitamina B12, ácido alfa lipóico), los cannabinoides de uso medicinal y las terapias mente cuerpo (mindfulness, yoga). Las conclusiones más importantes apuntan que endeudados suman reducir el dolor, mejorar el control de la función nervio y el estado emocional, sin embargo, se hace evidente que su eficacidad es muy personal. Se hace canto una toma de posición multidisciplinaria y de personalización de los cuidados médicos para mejorar los resultados y la calidad de vida de los patients de NPH.

Palabras clave: “neuralgia postherpética”, “tratamientos alternativos”, “no farmacológicos”.

ABSTRACT

The present article aims to analyze alternative treatments for postherpetic neuralgia (PHN), as well as their effectiveness, mechanisms of action and place in the treatment of chronic neuropathic pain. Through a narrative review, different databases such as PubMed, Cochrane Library and ScienceDirect were consulted, using the descriptors: “postherpetic neuralgia”, “alternative treatments” and “non-pharmacological”. The search focused on the literature 2014-2024 and included publications dealing with acupuncture, TENS, nutritional supplements (vitamin B12, alpha lipoic acid), cannabinoids for medicinal use and mind-body therapies (mindfulness, yoga). The most important conclusions point out that indebtedness can reduce pain, improve control of nerve function and emotional state, however, it is evident that its effectiveness is very personal. A multidisciplinary approach and personalization of medical care are being adopted to improve the outcomes and quality of life of NPH patients.

Keywords: “postherpetic neuralgia”, “alternative treatments”, “non-pharmacological”.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

La neuralgia postherpética (NPH) se asocia de una manera frecuente y totalmente incapacitante con el herpes zóster, la cual se caracteriza por un dolor neuropático refractario que en ocasiones se prolonga por meses o años después de la remisión de la manifestación cutánea. Este dolor, que se clasifica por sus descripciones en: quemante, punzante y eléctrico, afecta profundamente la calidad de vida del paciente y se ha convertido en un desafío para la salud pública. A pesar de que se constituyen como primera línea los anticonvulsivantes, los antidepresivos, e incluso los analgésicos, estos medicamentos rara vez brindan un alivio confortable y pueden tener efectos adversos en la salud. Por ese motivo, estos tratamientos abandonados necesitan ser estudiados más a fondo y se espera que se desarrollen terapias que apunten a complementar o suplantar la medicina tradicional(1).

En el mundo actual, los portales médicos se han vuelto invaluables para pacientes y practicantes por igual, ya que proporcionan acceso a terapias alternativas que surgen de una sólida investigación médica. Estas incluyen acupuntura, estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS), medicinas cannabinoides y suplementos nutricionales como vitamina B12 y ácido alfa-lipoico. Estas alternativas tienen como objetivo la modulación del sistema nervioso, controlan la inflamación y promueven la neuroregeneración, abordando así los componentes patofisiológicos del dolor neuropático. Sin embargo, los pacientes deben obtener consejo médico de especialistas antes de recibir cualquiera de los tratamientos propuestos, porque su eficacia y seguridad generalmente dependen de las circunstancias individuales de cada paciente (2).

La incorporación de la medicina alternativa en el tratamiento de la neuralgia postherpética es un signo de una medicina más global e individualizada que pone las necesidades y deseos del paciente en primer lugar. A medida que avanza la investigación, los portales médicos cumplen una función fundamental al publicar la información más actual y facilitar la interacción entre pacientes y especialistas. A continuación, nos enfocamos en los enfoques terapéuticos alternativos, su base científica y su impacto en la calidad de vida de quienes sufren dolor crónico.

METODOLOGÍA

El objetivo de esta revisión narrativa es descubrir los métodos alternativos para el tratamiento de la neuralgia postherpética (NPH) y su posible integración o sustitución de la terapia convencional, con énfasis en la calidad de vida de los pacientes. La búsqueda se realizó de forma sistemática en PubMed, Cochrane Library, ScienceDirect, Springer y Medline entre otros, para encontrar artículos de investigación originales, revisiones sistemáticas y estudios de caso respecto a alternativas para el tratamiento de NPH publicados entre 2014 y 2024.

Los investigadores utilizaron identificadores como “neuralgia postherpetica” o “tratamientos alternativos,” y “acupuntura” o “estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS),” o “cannabinoides medicinales” junto con “suplementos nutricionales,” “vitamina b12,” “ácido alfa lipoico,” y “terapias no farmacológicas”. Se combinaron enunciados con los operadores booleanos “AND” y “OR” para asegurar que la búsqueda fuese más efectiva. Esto fue limitado a estudios en inglés y español con acceso a texto completo.

Se consideraron dentro de temas centrales en este aspecto como la efectividad y seguridad en el uso de estas terapias alternativas, el mecanismo de su acción en el dolor neuropático, y su papel en el tratamiento comprendido como un enfoque integrado. Además, se consideraron las implicaciones prácticas y éticas de estas opciones terapéuticas junto con el posible impacto en la calidad de vida del paciente. Este enfoque permitió recopilar información relevante y actual sobre el papel de las terapias alternativas en el tratamiento de la neuralgia postherpética.

RESULTADOS

Mecanismos fisiológicos de la neuralgia postherpética

La neuralgia post herpética (NPH) es la condición dolorosa que se presenta tras sufrir de herpes zóster, que es la reactivación del virus Varicela Zóster (VVZ) que se encuentra latente en los ganglios cerebrales. Sus mecanismos fisiológicos incluyen el padecimiento de pérdida de neuronas y cambios en la sensibilidad del sistema nervioso periférico y central. Cuando el VVZ se reactiva, produce inflamación aguda en los ganglios sensoriales que destruyen la mayor parte de las fibras nerviosas. Esto desorganiza las vías de transmisión del dolor que producen hiperexcitabilidad de las neuronas nociceptivas, sensibilización central y periférica y alteración en la modulación del dolor (3). También se puede observar menor inhibición descendente del dolor y cambios en la plasticidad sináptica que permiten la persistencia del dolor aún cuando la erupción cutánea haya desaparecido junto con el VVZ.

Epidemiológicamente, se estima que la NPH afecta el 10-20% de pacientes que desarrollan herpes zoster, y su incidencia aumenta notablemente con la edad, siendo un hecho menos del 10% de su acontecer en individuos menores de 60 años, mientras que su prevalencia es de más del 30% en mayores de 80 años (4).

También es considerado un factor de riesgo la localización del herpes zóster en la región torácica o facial. Otros riesgos son la severidad de la erupción aguda, lesión cutánea, dolor prodrómico y algunas condiciones de inmunosupresión. De forma análoga, resulta innegable que la NPH es un fenómeno que entraña un serio problema de salud pública dada la alteración de la calidad de vida, los costos que implica su atención y la inexistencia de un tratamiento que resuelva el problema en forma definitiva (1). La intervención a través de vacunación del herpes zóster tiene la capacidad de disminuir la incidencia de NPH, por lo que su uso en grupos de alto riesgo es altamente recomendable, ya que su efectividad queda poderosamente demostrada.

Tratamiento estándar

La primera línea de tratamiento para la neuralgia postherpética (NPH) utiliza un enfoque de estratificación por pasos altamente particularizado, con el uso de un enfoque farmacológico combinado con otras terapias para gestionar las condiciones dolorosas de las piernas. La gabapentina y la pregabalina, que se usan comúnmente en el tratamiento de convulsiones, también sirven como medicamentos primarios. Ambos actúan sobre las actividades neuronales para disminuir la hiperexcitación relacionada con el dolor. Se utilizan también antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina, que actúan sobre varios neurotransmisores para ayudar a modular las vías del dolor del cuerpo (5). Además, también se utilizan anestésicos locales, como parches de lidocaína y cremas de capsaicina, que son efectivos de manera tópica y tienen una menor absorción sistémica. Sin embargo, su uso está altamente controlado debido a la alta posibilidad de abuso y otros efectos adversos. Las condiciones severas pueden requerir tratamiento con opioides, pero esta opción es muy controvertida debido a la adicción y otros efectos secundarios.

Al proceder con medicamentos, se añaden modalidades no farmacológicas para lograr un alivio máximo del dolor. TENS, o estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, es muy efectivo porque es no invasivo y utiliza corrientes eléctricas bajas para manipular cómo la persona siente el dolor. Los fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales trabajan juntos para mantener el movimiento y la actividad mientras abordan el aspecto psicológico del dolor crónico a través de la terapia cognitivo-conductual(6). El objetivo de estas tácticas es aumentar la satisfacción con la vida y reducir el uso obstinado de medicamentos.

Gestionar la NPH requiere un enfoque multidisciplinario personalizado, ya que todos respondemos al tratamiento de manera diferente. La prevención también juega un papel importante, con un enfoque particular en la vacunación contra el herpes zóster como mitigador del desarrollo de NPH, especialmente para grupos de edad más avanzada (7). Aunque no hay cura, el tratamiento comúnmente es mayormente sintomático, de apoyo y paliativo, destinado a mejorar la funcionalidad, reducir los efectos secundarios y, en última instancia, mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta debilitante condición.

Tratamientos alternativos

Terapia física y no farmacológica

Los tratamientos físicos y no farmacológicos son de gran utilidad en el tratamiento de la neuralgia postherpética (NPH), ya que proporcionan opciones o complementos a la terapia medicamentosa. Uno de los tratamientos más investigados es la acupuntura, que actúa mediante la estimulación de determinadas zonas del cuerpo, con el objetivo de regular el sistema nervioso, inducir la liberación de endorfinas y disminuir el dolor (8). La acupuntura ha mostrado en algunos estudios clínicos ser benéfica para el tratamiento del dolor neuropático en ciertos pacientes; sin embargo, esa efectividad no se ha podido comprobar de manera concluyente debido a la heterogeneidad en los protocolos y a la dificultad de realizar estudios control con placebo(9). No obstante, hay un gran número de pacientes que argumentan tener cambios marcados en la calidad de vida, lo que apoya el uso de esta técnica como terapia adyuvante en el tratamiento de estas patologías.

Como segunda opción se tiene la terapia del dolor TENS: estimulación eléctrica nerviosa transcutánea (TENS), que estima el dolor mediante corriente eléctrica aplicando un electrodo sobre la piel con una baja intensidad. Este procedimiento es simple y se puede realizar en cualquier lugar, lo que facilita la vida diaria de muchos pacientes. Por otro lado, la funcionalidad a menudo depende del paciente particular, y algunos estudios indican que sus beneficios a largo plazo son altamente cuestionables (10). Una de las barreras más importantes es el uso constante, que solo controlará los síntomas, pero probablemente empeorará esta condición crónica.

En resumen, los ejercicios de fisioterapia y las técnicas de relajación son instrumentales para mejorar la funcionalidad y el bienestar emocional de los pacientes con NPH. Los objetivos de la sesión de fisioterapia son mantener la movilidad física y minimizar la rigidez muscular, mientras que el yoga, la meditación, la respiración controlada y métodos similares ayudan a enfrentar el estrés y la ansiedad relacionados con el dolor crónico. Estas terapias abordan no solo el aspecto físico del dolor, sino que también promueven un enfoque más integral del tratamiento, lo que, en última instancia, mejora la calidad de vida del paciente y reduce la necesidad de medicación (7). Si bien no son completamente libres de dolor, su aplicación en el contexto de la NPH alivia la aflicción de manera efectiva con el tiempo.

Suplementos naturales y fitoterapia

La incorporación de suplementos nutricionales y medicina herbal está ganando rápidamente interés como terapia adyuvante para la neuralgia post herpética (NPH) debido a sus propiedades neuro protectoras y efectos analgésicos sobre el dolor neuropático. La vitamina B12 es uno de los suplementos dietéticos más estudiados; es fundamental para la regeneración de nervios y la mielinización de axones, que es la cubierta protectora de los nervios (11). Algunos estudios afirman que la suplementación con vitamina B12 puede ayudar a reducir el dolor y mejorar las funciones neuronales en pacientes con NPH, particularmente en aquellos que son deficientes en vitaminas. No es una panacea, pero la vitamina B12 ciertamente puede ayudar en la recuperación del sistema nervioso periférico cuando se utiliza como una estrategia de tratamiento adyuvante suplementario (12).

Otro suplemento prometedor para la NPH es el potente antioxidante ácido alfa lipoico (ALA). Además de sus propiedades anti oxidativas, el ALA puede combatir los radicales libres responsables de la destrucción del tejido nervioso; sus habilidades neuro protectoras también pueden aumentar la actividad neuronal y disminuir la inflamación. Los estudios clínicos demostraron que el ALA es efectivo en el tratamiento del dolor neuropático, en particular, mejorando el dolor y las medidas de calidad de vida en pacientes con NPH (13).

Sin embargo, su efectividad puede fluctuar según la dosis y la duración del tratamiento, por lo que su uso se recomienda bajo la supervisión de un médico.

Por último, algunos de los cannabinoides medicinales de la planta de cannabis han surgido como una alternativa terapéutica para algunas neuropatías parcialmente dolorosas, incluida la NPH. El cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC) son compuestos activos que se unen al sistema endocannabinoide en el cuerpo y alteran la sensación de dolor así como disminuyen la inflamación (14). La evidencia actual indica que los cannabinoides podrían ser útiles en el manejo del dolor crónico en un subconjunto de pacientes, pero su uso está restringido por razones legales y regulatorias que varían de un país a otro. Además, se deben tener en cuenta otras posibles consecuencias como mareos, sedación, disfunción cognitiva y la falta de evidencia sobre cómo formular pautas seguras y efectivas (15). En general, es importante enfatizar que estos suplementos nutricionales, junto con las terapias herbales, tienen el potencial de complementar el tratamiento de la NPH, pero deben ser monitoreados por proveedores de atención médica.

Terapias mente cuerpo

Las terapias mente-cuerpo son enfoques holísticos que buscan integrar la conexión entre la mente y el cuerpo con el propósito específico de mejorar el bienestar físico y emocional. Estas terapias han demostrado ser particularmente útiles en el manejo del dolor, como en la neuralgia postherpética (NPH). Entre estas terapias, la atención plena y la meditación han demostrado ser útiles para cambiar la percepción del dolor(16). La atención plena es la práctica de prestar atención al momento presente sin juzgar, lo que permite a los pacientes ser más conscientes de sus sensaciones corporales y emociones. Esta conciencia ayuda a reducir el dolor asociado con la rumiación y la ansiedad, y posteriormente, la intensidad del dolor percibida también se reduce(17). Los estudios han mostrado que la práctica regular de la atención plena puede modular la red del dolor en el cerebro, fomentando una mayor tolerancia y mejor calidad de vida en pacientes con NPH.

El tai chi y el yoga son otras terapias mente-cuerpo que implican mover el cuerpo, controlar la respiración y meditar, siendo así útiles en el tratamiento del dolor crónico tanto física como psicológicamente.  El yoga ayuda a mejorar la flexibilidad con los asanas, así como la fuerza y la circulación, a través de la combinación de técnicas de respiración (pranayama). A la vez, su componente meditativo colabora en disminuir el estrés y la tensión que pueda haber en los músculos. Otra metodología es el tai chi, un arte marcial que promueve la relajación, coordinación y equilibrio por medio de movimientos suaves que fluyen lentamente (18). La combinación de estos dos enfoques ha probado ser efectiva en pacientes con NPH, ya que les ayuda a disminuir la intensidad del dolor, mejorar su funcionalidad y sentirse mejor en general.

Estas terapias abordan el dolor de una sola forma, es decir, físicamente, pero también ayuda a la resiliencia emocional y mental de los pacientes. Las terapias mente-cuerpo cuentan con múltiples beneficios. Una de ellas incluye ayudar a los pacientes a manejar el dolor de una manera más efectiva y menos drástica. La forma en que estas dos se fusionan es que recuerdan a la gente cómo utilizar la mente y el impacto que tiene en su vida diaria; además, su utilización en el tratamiento de NPH les ofrece a los pacientes un enfoque más natural y menos agresivo que impacte de forma significativa en el bienestar de los que padecen de esta enfermedad (19).

Terapias emergentes

Las terapias emergentes para el manejo de la neuralgia postherpética (NPH) incluyen opciones modernas que buscan complementar o mejorar los métodos de tratamiento tradicionales. Una de estas es la terapia láser de bajo nivel (LLLT), también conocida como fotobiomodulación. La técnica emplea luz láser de baja potencia con la intención de estimular los tejidos inflamados a nivel celular y también promover la regeneración celular (20). Se piensa que el láser actúa sobre las mitocondrias, mejorando la producción de energía celular y ayudando en la reparación de fibras nerviosas dañadas. Los estudios preliminares indican que la LLLT puede aliviar el dolor neuropático y mejorar la función nerviosa en pacientes con NPH, pero aún queda más investigación por realizar para desarrollar protocolos estandarizados y determinar la efectividad a largo plazo(21).

Otro tratamiento en evolución son los parches tópicos de capsaicina. La capsaicina es un compuesto obtenido de los pimientos picantes y actúa sobre los receptores del dolor en la piel. La capsaicina funciona desensibilizando las terminaciones nerviosas de la piel a las señales de dolor mediante el clorhidrato de procaína, lo que resulta en la pérdida de sensibilidad de la zona tratada. Los parches de alta concentración (8%) han demostrado ser efectivos en el manejo del dolor enervante de los pacientes con NPH, con resultados que pueden persistir por largas semanas después de una sola aplicación. No obstante, su uso puede provocar irritación local, ardor y eritema en la zona de aplicación, lo que en algunos pacientes limita su tolerancia (22). Estos tratamientos de última generación son relaciones promotoras del control de la NPH, brindando recursos no invasivos y con menores efectos adversos sistémicos que los medicamentos de uso habitual. A pesar de estar en fase de estudio y desarrollo, el impacto en la calidad de vida de quienes enfrentan dolor enervante es fundamental, en especial en aquellos que no consultan con la atención clínica habitual.

Avances recientes y desafíos futuros

En los últimos años, se han logrado importantes avances en el tratamiento de la neuralgia postherpética (NPH) con el desarrollo de enfoques más personalizados y el avance de nuevas terapias. Una de las más novedosas y efectivas son las basadas en neuro modulación, como la estimulación de la médula espinal y la estimulación nerviosa periférica, las cuales han mostrado éxito en el tratamiento de pacientes con dolor neuropático que no han respondido a otros tipos de tratamiento. También, el uso de cannabinoides medicinales y de parches de capsaicina de alta concentración han ganado terreno por su capacidad de controlar el dolor sin los efectos indeseables de los opioides (23). Se ha avanzado en la comprensión de los mecanismos moleculares del dolor neuropático, permitiendo la creación de nuevos fármacos más específicos como los antagonistas de los receptores NMDA y los moduladores de los canales de sodio. La vacunación contra el herpes zóster por medio de vacunas, como la Shingrix, ha demostrado tener impacto en la disminución de NPH, lo que recalca la labor preventiva en el tratamiento de estas poblaciones de riesgo(24).

A pesar de los avances, el control de la NPH sigue siendo un desafío importante. Uno de los principales problemas es la variabilidad en la respuesta al tratamiento lo que reafirma la necesidad de enfoques personalizados según las particularidades de cada individuo. Adicionalmente, muchas de las terapias que están en fase de desarrollo, como la terapia con láser de baja potencia o los cannabinoides, no cuentan con información de seguimiento a varios años que sustente su efectividad y seguridad. Otro reto es el limitado acceso a tratamientos de avanzada como la neuromodulación, que son costosos y requieren de una alta especialización en infraestructura. Por último, es necesario profundizar en la educación y sensibilización sobre la NPH para los médicos, llevándolos a promover un diagnóstico y tratamiento oportunos mediante un abordaje integral que mezcle farmacología, no farmacología y prevención. Sobre todo, estos retos señalan la importancia del continuar con el trabajo en el desarrollo de nuevas políticas educativas y asistenciales que busquen mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad incapacitante.

 

CONCLUSIONES

 

Los métodos alternativos para tratamientos de la neuralgia postherpética (NPH) son, en algunos de los casos, un complemento o sustitución factible a la terapia clásica. Esto es especialmente relevante para pacientes que no responden a la farmacología o que sufren de efectos adversos importantes. La acupuntura, la estimulación eléctrica transcutánea (TENS), algunos suplementos nutricionales (vitamina B12, ácido alfa-lipoico) y las técnicas mente-cuerpo (mindfulness, yoga, tai-chi) son alternativas que a pesar de no curar el problema de fondo, han probado ser efectivas en el control del dolor, control de procesos inflamatorios y en el mejoramiento de la calidad de vida. Aparte de éstas, hay otras más novedosas como los parches de capsaicina y el uso de cannabinoides con fines médicos que ayudan a creer que el problema del dolor neuropático se podrá tratar alguna vez.

La diversidad de efectos que se pueden esperar de esas alternativas enfocadas en la salud permite pensar que deben ser administradas en un contexto multidisciplinar y bajo un control médico. Aunque existe una gran cantidad de literatura que apoya estas intervenciones, la falta de estudios de mediana y larga duración y la limitada disponibilidad de algunas de ellas aún sigue siendo una gran problemática. La integración de tratamientos alternativos en el manejo de la NPH no solo alivia físicamente, sino que también mejora la salud emocional y mental, proporcionando un enfoque más holístico y esperanzador para quienes sufren de esta condición crónica debilitante.

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