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Uso racional de antiinflamatorios orales y su forma de dispensación

presentaban.

Discusión

Predomina el sexo femenino, con una edad entre los 40 y los 65 años, en este grupo de edad es donde las enfermedades inflamatorias se observan con mayor frecuencia o empiezan a manifestar sus síntomas (10). El perfil del demandante del medicamento suele ser el propio paciente o el cónyuge. La mayoría de los pacientes refirieron haber tomado un AINE con anterioridad. La mayoría de los pacientes se automedicaba versus a los que solicitan el medicamento bajo prescripción médica. En Estados Unidos se realizan unos 70 millones de prescripciones al año (11) y tan sólo un 3,2% lo son por indicación farmacéutica.

Diversos autores coinciden con el hecho de que existe un desconocimiento por parte de los pacientes sobre el uso de los medicamentos, lo cual constituye un problema frecuente e importante que puede repercutir en su estado de salud. Del Valle Barragán clasifica como malo-regular el conocimiento de un 46,7% de los pacientes al inicio del seguimiento farmacoterapéutico (14).

Es importante que los profesionales de la salud hagan hincapié en la importancia que tiene que los pacientes reciban una información clara y de calidad sobre el uso de estos fármacos, para evitar posibles reacciones adversas e interacciones (15). La automedicación, sumada a la falta de conocimiento y comprensión de los distintos tratamientos antiinflamatorios y las dosificaciones específicas, es un detonante para que se produzca un abuso de estos medicamentos, lo que conlleva efectos adversos graves como la intoxicación o el desarrollo de patologías de carácter crónico como gastropatías, enfermedades de tipo vascular o incluso complicaciones hemorrágicas. Por tanto, la educación sanitaria es necesaria para promover un uso racional de los medicamentos (14).

Se ha intentado evaluar si existe alguna relación entre la presión arterial o el sobrepeso y las distintas patologías. Más del 50% de los pacientes presentaban hipertensión arterial sistólica al inicio del estudio. En efecto, durante el seguimiento y como consecuencia de conocer las patologías y los tratamientos de los pacientes, fue posible realizar intervenciones farmacéuticas como recomendar un cambio de medicación a otro AINE que presentara menos interacciones con la medicación concomitante, cambiar la vía de administración u ofrecer otras alternativas no farmacológicas.

De este modo, los pacientes se sintieron más atendidos según sus situación personal. No se ha podido esclarecer una relación entre las patologías y el peso corporal, ya que no hubo cambios en el peso corporal durante la duración del estudio. Al finalizar el seguimiento, los pacientes conocían mejor su tratamiento y su enfermedad, estableciéndose una relación de valor con el farmacéutico, aumentado el número de consultas al farmacéutico. Se mejoró la calidad de vida de los pacientes según el test EuroQol-5D.

Los AINE más demandados y los que más se prestan a una elevada automedicación fueron el ibuprofeno y el paracetamol. Esto es debido a su eficacia y al desconocimiento que los pacientes tienen sobre estos fármacos, que consideran en su mayoría inocuos. Los resultados obtenidos en el presente estudio demuestran que el seguimiento farmacoterapéutico mejoró significativamente la adherencia al tratamiento.

Con el control de la enfermedad, la medicación y los hábitos de vida del paciente se ha conseguido estrechar su relación con el farmacéutico, y ello ha propiciado que conozca mejor su enfermedad y su tratamiento; asimismo se ha mejorado el cumplimiento terapéutico, lo que ha ayudado a prevenir posibles problemas relacionados con los medicamentos (PRM) y ha aumentado, la calidad de vida de los pacientes. En definitiva, podemos afirmar que la atención farmacéutica en colaboración con el médico se presenta como una alternativa de calidad muy eficaz para conseguir mejorar el resultado de los tratamientos y la asistencia sanitaria.

Referencias bibliográficas

  1. Flórez J. Farmacología Humana, 5.ª edición. Barcelona: Elsevier Masson, 2008; 15-21.
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  14. Del Valle Barragán L. Educación sanitaria sobre el correcto uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) utilizados para tratar el dolor y la fiebre, dirigida a padres de familia de niños de 1-6 años que asisten a colegios ubicados en Ciudad San Cristóbal zona 8 de Mixco. [Tesis Doctoral] Guatemala, 2012.
  15. Vladislavovna Doubova S, Mino-León D, Torres-Arreola L, Romero-Quechol G. Conocimiento básico de los riesgos del uso de analgésicos no opioides en pacientes ambulatorios. Salud Pública México. 2007; 49: 429-436.
  16. Aranceta-Bartrina J, Serra-Majemb L, Foz-Salac M, Moreno-Esteban B; Grupo Colaborativo SEEDO. Prevalencia de obesidad en España. Med Clin (Barc). 2005; 125: 460-466.