total elevado tiene lugar daño del endotelio capilar alveolar y de la membrana basal, con la subsiguiente, extravasación de agua, proteínas y sangre dentro del alveolo, lo cual obstaculiza la mecánica pulmonar, aparte de inhibir la actividad del surfactante. (33- 36)
El sinergismo entre colapso pulmonar cíclico y volúmenes/presiones elevadas provocan liberación de factores inflamatorios que dañan al pulmón. No se puede pasar por alto que los daños posibles de la ventilación no quedan enmarcados en el aparato respiratorio, ya que otros órganos y sistemas frecuentemente resultan afectados, como el riñón y el cerebro, por solo citar dos ejemplos, consecuencia de la reducción del gasto cardíaco. (33- 36)
Por añadidura la liberación de proinflamatorios activa a los leucocitos y conduce a la respuesta inflamatoria sistémica. Las consecuencias de los daños inducidos por la ventilación mecánica, vinculadas a la intensidad de la enfermedad subyacente influyen tanto en la mortalidad como en la aparición de complicaciones atribuibles a la misma, cuyos efectos pueden hacerse evidentes en el propio período neonatal, o aparecer a mediano o largo plazo. (33- 36)
Las complicaciones más frecuentes que se presentan en los neonatos sometidos a este proceder son: infecciones, neumotórax, neumomediastino, enfisema subcutáneo, pulmón rígido, inflamación traqueal, erosión, formación de granulomas y posteriormente estenosis, toxicidad del oxígeno, agotamiento físico, hemorragias pulmonar, gastrointestinal e intracraneal, arritmias cardíacas, persistencia del ductus arterioso, entre otros.(33- 36)
Dentro de las complicaciones no inmediatas que se relacionan de alguna manera con la ventilación mecánica, están la enfermedad pulmonar crónica, el daño neurológico, la retinopatía del prematuro y la displasia broncopulmonar, las infecciones perinatales y nosocomiales y la persistencia del conducto arterioso desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la displasia broncopulmonar. (33- 36)
La sepsis se relaciona, como causa o complicación, con la ventilación mecánica. Se ha demostrado que el proceder propicia la translocación bacteriana del tracto respiratorio, con la consiguiente colonización, además de desencadenar una respuesta inflamatoria sistémica. La ventilación mecánica se invoca como el mayor predictor del desarrollo de sepsis nosocomial en el neonato. (29, 33- 36)
Los valores extremos de la PCO2, tienen efectos negativos sobre los neonatos, como la displasia broncopulmonar, la leucomalacia periventricular, la hemorragia intraventricular y daño cerebral difuso. Niveles moderadamente altos de PCO2 protegen al cerebro de la lesión hipóxico-isquémica. (33- 36)
La disminución que se observa, en continuo proceso de evolución en la mortalidad neonatal depende en más de un 60% del mejoramiento de los cuidados al neonato. La ventilación mecánica es un buen indicador de la calidad de los cuidados neonatales. (30)
En 1996, en Irlanda se estudiaron a 77 recién nacidos muy bajo peso (MBP) que ingresaron a la unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del Royal Maternity Hospital de Belfast, con una edad gestacional promedio de 26.2 semanas y un peso promedio al nacimiento de 781 gramos, de los cuales 65% sobrevivieron, se egresaron en promedio a los 95 días. Las madres de los sobrevivientes tenían antecedente de haber recibido esteroides prenatales, 20% de ellos tuvieron datos de lesión cerebral severa que se corroboró por medio de ultrasonido transfontanelar (hemorragia intraventricular grado 3-4 ó leucomalacia periventricular); el porcentaje total de los recién nacidos de muy bajo peso (RNMBP) con lesión cerebral severa fue de 54%, correspondiendo al 85% de los recién nacidos hasta las 27 semanas de edad gestacional. (31)
El uso de la asistencia respiratoria mecánica se asocia a una importante morbimortalidad. En Estados Unidos, el 30% de la mortalidad corresponde a la enfermedad de membrana hialina, entre el 50-70% son pretérminos que requieren asistencia respiratoria mecánica. (32)
En este mismo país se realizó un estudio desde noviembre de 1999 a octubre del 2000 nacieron aproximadamente 470 mil recién nacidos de forma prematura de los cuales el 30% desarrollaron síndrome de dificultad respiratoria y en la mayoría de los casos necesitaron intubación endotraqueal, ventilación mecánica y uso de surfactante.
El síndrome de dificultad respiratoria se presenta tanto en países desarrollado como subdesarrollado, con una frecuencia que varía entre el 15 y el 50%. Las diferencias de morbilidades y mortalidad es consecuencia de la gran diversidad de tratamientos que existen en los diferentes centros hospitalarios. (33)
En el Instituto Mexicano de Perinatología, durante el período de octubre del 1992 a septiembre del 1993 se investigaron de forma prospectiva todos los recién nacidos de muy bajo peso (RNMBP) que ingresaron a la unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) y que requirieron ventilación mecánica.
De un total de 376 recién nacidos, 210 tuvieron un peso menor de 1500 g, requiriendo ventilación mecánica 120, correspondiendo al 63.8% de los recién nacidos muy bajo peso (MBP). En el 70% de los casos, la ventilación mecánica se debió a la presencia de síndrome de dificultad respiratoria; la incidencia de barotrauma fue del 37.5%, y de displasia broncopulmonar 43.3%, 25% tuvieron conducto arterioso sintomático y 53.3% hemorragia intraventricular; la mortalidad general para los pacientes con peso menor de 1500 gramos fue del 24.3% y para los que ameritaron ventilación mecánica fue del 42.5%(.34)
En el año 2000, en Lima se realizó un estudio retrospectivo en el hospital
nacional Guillermo Almenara Irigoyen en el que se revisaron 43 historias de neonatos de bajo peso que requirieron ventilación asistida, de acuerdo a la edad gestacional, la edad predominante estuvo comprendida entre 33 y 36 semanas y principalmente fueron varones, que representaron el 53.5%. El peso predominante estuvo comprendido entre 1000 y 1499 gramos. El 70% de pacientes inicio ventilación mecánica antes de las 24 horas y el mayor porcentaje de pacientes tuvo un tiempo de permanencia en ventilación mecánica entre 3 a 7 días. Los principales motivos de ingreso a ventilación mecánica fueron enfermedad de membrana hialina y sepsis. La mortalidad de neonatos en ventilación mecánica fue de 60% y se relacionó principalmente con sepsis. (35,36)
La ventilación mecánica neonatal es uno de los grandes logros de la medicina moderna en los cuidados de los enfermos críticos. En el ámbito de la neonatología, su