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Visión holística de la relación de ayuda en ciencias de la salud

el hacer como una simple actividad mecánica sobre el otro, sino que amerita que se integren en la situación aunque a veces no se verbalice ni haya conocimiento directo (4). Este hacer vas mas allá de una interacción personal, pues están implícitos ciertos valores que le dan relevancia como son el conocimiento que se refiere a conocer quién es el otro, su entorno, cuáles son sus potencialidades y limitaciones, sus necesidades que lo conducen a crecer, como responder a sus necesidades, cuales son mis propias fortalezas y limitaciones.

Al mismo tiempo, el cuidar es un enfoque holístico mediante el cual se concibe al ser humano como una persona en conjunto con rostro y nombre que lo identifica particularmente y que requiere de un intercambio de energía e interactuar de manera armónica con su entrono, significa percibir las necesidades del otro y velar por ellas hasta verlas satisfechas. El principio del proceso de cuidar es entender la esencia del ser humano tanto interna como externa para darle importancia a los cambios que sufre el mismo producto de su vulnerabilidad; cambios no solo en su estructura somática sino en todas sus dimensiones de manera integral (13).

De esta manera se considera que el fundamento básico del cuidado, es la relación con el otro ser, la cual implica expresar sentimientos, conocimientos y sensibilidad; demostrando habilidad técnica y espiritual necesarios para ayudarle a crecer fortaleciendo la autoestima y conduciendo a un clima de armonía. De esta manera una persona en condición de riesgo por su vulnerabilidad, con necesidades y no está en capacidad de satisfacerlas por si misma requiere la misma ayuda de otra persona, que cuente con los recursos necesarios para lograr restablecer el equilibrio

De la misma forma, el enfoque axiológico de la relación de ayuda lleva implícito una respuesta personal que supone valores, voluntad y compromiso lo que indica la necesidad del reconocimiento del prójimo con un fundamento moral y científico de la práctica profesional lo que sugiere un significado muy amplio relacionado básicamente al aspecto humano (14). Existe un conjunto de valores universales humanísticos que fundamenta la interacción personal que incluyen la amabilidad, la empatía, la preocupación y el amor por los demás son fomentadas por creencias, las culturas, y el arte, los valores altruistas surgen del compromiso y la satisfacción de recibir dando tal significado a la propia vida mediante la relación con otras personas. (4).

Es conveniente destacar otros elementos importantes como son la paciencia, la cual encierra la disposición de dejar crecer al otro a su ritmo de tiempo y a su manera. La paciencia incluye la tolerancia, a su vez la tolerancia expresa mi respeto por su crecimiento. Otro elemento es la sinceridad me ayuda a entender que al cuidar de otro debo verlo tal como es él y no como yo quiero que sea. Si me esfuerzo por ver al otro de cierta manera no soy capaz de verlo tal como es y verme yo tal como soy. La confianza que conduce a dejar en libertad al otro, incluye un riesgo que exige coraje. Cuando intentamos dominar al otro demostramos desconfianza, somos como un padre sobre protector. La humildad mantiene la creencia que el el otro siempre hay algo que aprender, el cuidador humilde siempre está dispuesto a aprender de una manera significativa superando la pretensión y las apariencias a fin de valorar mis limitaciones y potencialidades, sin resentimiento ni orgullo. También es pertinente considerar la esperanza la cual debe ser la expresión de un presente lleno de posibilidades para activar las fortalezas y oportunidades a través del cuidado. (4)

Por otra parte, existe un factor sumamente importante como lo es la empatía, la cual influye eficazmente ya que permite demostrar sentimientos de comprensión y aceptación del otro. Esto implica penetrar las emociones y significados personales del otro, ponerse en el lugar del otro y dará como resultado la comprensión empática. La Empatía implica conocer los sentimientos del otro, sentir lo que está sintiendo el otro y corresponder compasivamente ante su necesidad (6).

En este orden de ideas, se hace indispensable una comprensión holística del ser humano ya que en situación de desequilibrio se ve afectado desde un punto de vista antropológico porque acarrea un cambio en su funcionabilidad y puede ser reflejado no solo en su corporeidad sino también en su interioridad. De allí se desprende la importancia de la relación de ayuda, basada en contemplar a la persona sana o enferma considerándolo un todo integrado con dimensiones espirituales, sociales, biológicas, químicas, intelectual, emotivas, afectivas, espiritual-religioso. Lo antes expuesto está vinculado con la filosofía de algunos teorizantes sobre el cuidado humano, donde hacen referencia a la importancia del espíritu más que a la materia, del flujo más que a la forma, del conocimiento y poder interno más que a las circunstancias (11).

El cuidado humano se da en una relación yo-tu, de donde emana poder y fuerza interior que ayuda a las personas a obtener un sentido de armonía consigo mismo, con los demás y con la naturaleza (14). Esta armonía tiene como fundamento la comunicación, el cual es considerado como un componente esencial de la relación humana y sirve para intercambiar ideas y sentimientos; lo que se traduce en un proceso donde se comparte algo de sí mismo, sus ideas, opiniones, valores y metas que consecuentemente ayudaran a tener un intercambio humano, haciéndolos más sociable y a estar en mayor contacto con la realidad (1). Se puede decir que es una relación estructurada con límites claros y necesarios cuyo fin es proteger la independencia e intimidad de las personas implicadas en la misma, a su vez es libre de todo tipo de presión sin interferir en los sentimientos y decisiones de la otra persona (1). En esta relación pueden surgir, actitudes diversas. Es importante analizar y tener en cuenta las actitudes que la persona que ayuda puede tener ante el problema de la otra persona, Estas actitudes pueden ser, por lo general: valorativa, interpretativa, investigadora, consoladora y empática. (6)

De este modo la relación de ayuda vista como una dimensión del cuidado está concebida desde el contacto intersubjetivo indispensable en la vida humana, transfiriendo la idea de ser un medio para evolucionar logrando escalar niveles avanzados de armonía tanto interna como externamente en contacto con sus semejantes y con su entorno. El establecimiento de la cordialidad, el tacto, la ternura, el afecto, actitudes que van mas allá de la razón son las bases para el fortalecimiento de esta relación; es el modelaje de un modo cariñoso de brindar ayuda hasta llegar al yo profundo (10).

En otro orden de ideas, al referirnos al enfoque epistémico de la relación de ayuda, se considera un amplio contexto ya que engloba las cualidades y