en los labios y en la lengua. Las mucosas orales están más sensibles al dolor y a la erosión. El paciente tiene sensación de ardor, dolor, percibe de forma distorsionada el sabor. A esto se unen un mayor riesgo de caries y halitosis.
Tratamiento:
Como ya se ha descrito, la hiposialia se produce por una hipofunción de las glándulas salivales, pudiendo ser reversible si es causada por factores pasajeros, como ansiedad o consumo de fármacos, o permanente cuando sucede en enfermedades autoinmunes o infecciosas (Síndrome Sjögren, SIDA, radioterapia, etc.)
En primer lugar deben identificarse los factores causales si los hubiera. Como hemos comentado, la causa más frecuente es el consumo de determinados fármacos. De modo que se intentará eliminar o reducir la dosis de estos medicamentos, si es posible.
El Odontólogo debe explicar al paciente la importancia de mantener la hidratación local, para preservar la integridad de los tejidos orales. Para ello se recomendará al paciente la ingesta de dos litros de agua al día y si es necesario se le aconsejará el empleo de estimulantes salivales.
Para empezar, podemos recurrir a la estimulación salival mediante medios naturales: estimulación mecánica y estimulación gustativa. La estimulación mecánica se basa en el aumento de salivación que se produce durante la masticación. De modo que se aconsejará la ingesta de alimentos que requieran más masticación, o mascar chicle entre las comidas. Por otro lado, la estimulación gustativa, se basa en el aumento de salivación con determinados sabores (ácidos y amargos).
Así, se recomienda añadir ácido cítrico (unas gotas de zumo de limón) al agua de bebida, o tomar chicles y caramelos sin azúcar de sabor ácido-amargo.
Si no es suficiente puede recurrirse a estimulantes de tipo farmacológico, entre los que destacan la pilocarpina, el betanecol, y el carbacol entre otros. Estos fármacos serán eficaces si el paciente mantiene el parénquima salival con funcionalidad. La pilocarpina es el fármaco más testado clínicamente, siendo efectivo a dosis de 15mg/ día. Entre sus efectos secundarios hay que informar que puede provocar aumento de la sudoración, nauseas y aumento de la frecuencia de micción, por ello debe usarse con precaución en pacientes asmáticos, hipotensos, con bradicardia, epilépticos, parkinsonianos, vagotónicos, con infarto de miocardio reciente, con enfermedad biliar o con hepatopatía. Su administración está contraindicada en los casos de asma bronquial no controlada, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, coronariopatía, hipertiroidismo y en determinadas enfermedades oculares. Tampoco está indicado durante el embarazo y la lactancia (1,16,17).
En el caso de pacientes sometidos a radioterapia el fármaco de elección es la amifostina. Su administración es endovenosa, administrados de 15-30 minutos antes de cada sesión de radioterapia. (18).
Cuando hay una pérdida del parénquima glandular salival importante habrá que recurrir a sustitutos de la saliva o preparaciones de saliva artificial, que actuarán como agentes paliativos. Los sustitutivos alivian las molestias de la xerostomía al humedecer temporalmente la mucosa bucal y reemplazar algunos de los componentes de la saliva que faltan. También pueden emplearse como coadyuvantes a los estimulantes salivales. La duración del alivio subjetivo que proporcionan es de 5-15 minutos. Debido a que su efecto es de corta duración, la mayoría de los pacientes prefieren humedecer con frecuencia la boca con agua. La efectividad de los sustitutivos salivales puede incrementarse si se aplica adecuadamente: humedeciendo toda la mucosa oral y colocando una pequeña cantidad debajo de la lengua a modo de reservorio. (19) Existen diversos preparados comerciales, algunos de ellos son: Xerostom®, Xeros®, Kin Hidrat® y XeroLacer®.
Junto a las medidas farmacológicas, encontramos otras medidas relacionadas con la higiene y la alimentación. Aquí el Odontólogo tiene un papel primordial en la promoción de la higiene oral como medida imprescindible para paliar los efectos deletéreos de la xerostomía.
Entre las medidas higiénico-dietéticas que tratan de paliar los síntomas de la sequedad bucal y facilitar la deglución y alimentación, destacamos las siguientes:
- Seguir una dieta equilibrada y variada, rica en frutas y vegetales que aporten agua, además de vitaminas, minerales y fibra. Deben evitarse los alimentos muy calientes, picantes o salados, ya que causan irritación de las papilas linguales y de la mucosa oral. Los pacientes con xerostomía toleran peor los alimentos secos, siendo más aconsejable la ingesta de alimentos blandos o jugosos. Es importante reducir el consumo de azúcares refinados, ya que en estos pacientes, dada su insuficiente salivación, aumenta el poder cariogénico (1,3,9)
- Disminuir o eliminar el consumo habitual de bebidas alcohólicas, tabaco, cafeína, que agravan la sintomatología de la xerostomía. (2)
- Es imprescindible mantener la higiene oral en los pacientes con xerostomía. La composición de la saliva controla el equilibrio de los microorganismos de la cavidad oral. En la xerostomía, debido a la disminución de secreción salival, se rompe este equilibrio y tienen lugar cambios que agravan las lesiones de origen infeccioso en los tejidos duros (caries) y blandos (gingivitis, periodontitis, candidiasis) de la cavidad bucal. (20) De esta forma el cepillado dental con dentífrico fluorado, junto a coadyuvantes (colutorio, seda dental) son imprescindibles en los pacientes con xerostomía. (21)
CONCLUSIONES:
- La xerostomía es la sensación subjetiva de boca seca cuando se confirma objetivamente una disminución de la tasa salival, se habla de hiposecreción salival o hiposialia.
- La etiología de la xerostomía es muy variada. El factor